¿Empatizar o adaptarse a tus clientes?

¿Te estás adaptando a todo lo que te piden tus clientes? ¡Proponles soluciones!

Pasa, sieeeeempre pasa que cuando empezamos con una cuenta llegamos a las reuniones creativas para presentar las propuestas con muchas ideas, de diferentes estilos, con imágenes variadas y diferentes ideas para llevar su imagen gráfica o el lenguaje (ADN) de su marca – ¿te interesa el tema? Lee nuestro artículo pasado.

¿Y qué pasa? Pasa que, por lo regular, las marcas con las que estamos empezando a colaborar todavía no conocen nuestro trabajo, no saben lo que hemos hecho, tal vez lo han visto en ejemplos de nuestros clientes, pero no de su marca y es por ello que dudan un poco.

Aquí es donde entra el vendedor que todos, si, todos, llevamos dentro. ¿Cómo?

Aquí te van 5 soluciones para que tus clientes empiecen a confiar en ti

• Siempre pregunta, escucha, analiza y anota todo lo que tu cliente te diga. Escucha como habla, cómo se expresa, cómo le brillan los ojos cuando habla de su marca.
• Una vez hecho ese trabajo de escuchar y entender, es momento de sugerir, con base siempre en lo que está buscando, propuestas de diseño, texto, etc que vayan acorde a su estilo, pero que lo hagan salir un poco de su zona de confort.
• Siempre es bueno presentar opciones que van más allá de salir en un 5% de la zona de confort, es decir, ir más allá y poner sobre la mesa ideas que puedan sacudir en un buen sentido a la marca de tu cliente.
• Al hacer la retroalimentación pregunta, pregunta, pregunta. Por lo general, los comentarios son: no me gusta, le falta diseño, no me encanta. Entonces es ahí donde debes preguntar para llegar a lo específico que no le gusta.
• Sé específico y detallado en tus explicaciones del porqué decidiste tomar la decisión de dar un giro y tal vez no es llegar a los 180° pero sí acercarnos a los 90°
• Y es aquí en donde entra la diferencia entre mimetizarte con tu cliente o hacer lo que te dicen y, simplemente, ser una fábrica de imágenes, textos, copys, etc.

Obvio no se trata de obligarlos a que hagan lo que tú quieres porque lo dices y así está bien o no se hace nada, calma, no es por ahí; se trata de que como experto, como conocedor de la tendencia seas tú quien guíe al cliente para resaltar lo mejor de su marca y ellos se dediquen a crecer su producto o servicio.

Mimetízate con tus clientes

Dicho esto, mimetizarte con tus clientes significa que vas a ser ellos, vas a transmitir lo que ellos quieren transmitir en sus cuentas o servicios, pero con tu experiencia gráfica, esa mancuerna funciona al 1000%

Sin miedo al éxito, no temas expresar y exponer tus ideas, seguramente serán “rechazadas” en un inicio, piensa que estás rompiendo la estructura de una marca que se creo con mucho esfuerzo.

Pide que te den la oportunidad de ver que funciona, que mejora, que gusta y que atrae miradas para convertirlas en ventas – es lo que toda marca busca, vender. Y una vez que te ganes esa oportunidad, no la desperdicies y sigue siendo creativo.

Te sugerimos dar seguimiento continuo con el cliente con bastante frecuencia, por lo menos al inicio, en lo que se conocen ambas partes. Preguntar, preguntar y preguntar para llegar a un acuerdo.

Creatividad basada en datos

OJO Hay que ser creativos con una base sólida, no es crear por crear, así como tu cliente se tardó en crear su marca, es tu obligación hacer una investigación de tendencias y de mejores prácticas para el desarrollo de tu trabajo.

Con esto aseguras que tus propuestas sean más aceptadas y, como tienen una base estudiada y “probada” entonces darás mayor certeza de su eficacia y efectividad.

Y es aquí en donde aparece la magia de la personalización (o mimetización como lo decimos en este artículo). Puedes tener, incluso, varios clientes del mismo rubro, pero si con cada uno te das el tiempo de conocerlos, escucharlos y “ser ellos” a través de tus creaciones, entonces… ¡ya ganamos todos!

¿Qué opinas?

¿Crees en esto de la mimetización, del tailor made con tu toque personal? Cuéntanos, nos gusta escucharte y saber qué piensas