De un tiempo para acá, me he ido percatando del México de los cangrejos: los mediocres y los conformistas. Y es que, trabajar en un ámbito donde observar lo que la gente piensa, como lo son las redes sociales, en un mundo donde las opiniones son diversas pero acertadas, te hace dar cuenta de las situaciones actuales de una sociedad y un país como México.
Llevo más de 5 años dedicándome a social media, en cuentas muy grandes, unas gubernamentales y otras comerciales, pasando por las de educación, salud, financieras, de retail y un largo etcétera.
El punto es, que a lo largo de este tiempo y estando en épocas olímpicas me he percatado de la vulgaridad del mexicano, que se queja de los atletas olímpicos y su “participación mediocre”, incluso absurda y pobre en Río 2016 pero que aplaude un fútbol fatalista, que con trabajos llega a los campeonatos o al mismísimo Mundial, como lo fue la Copa Mundial de la FIFA en Brasil 2014, en donde México simplemente llegó como penúltimo finalista en la misma, con ayuda y empujones de USA, y donde los futbolistas y Director Técnico (vulgarsísimo personaje para el deporte mexicano) en ese momento simplemente demostraron una actuación para llorar, llegando a los octavos de final (como siempre).
Otro gran ejemplo es la forma en la que aplaudimos estupideces como las miles de Ladies y Lords que han salido en las redes sociales y que se han vuelto virales en Twitter o Facebook, en comparativa con la burla de una de las mejores atletas que, actualmente, tenemos en México como la gimnasta olímpica Alexa Moreno, de la cual se leyeron más burlas y se vieron más memes que aplausos para esta. No importando el lugar en el que haya quedado, se le debería celebrar que es una mujer digna y respetable por poner el nombre del país que representa en alto, debido a su alto rendimiento y preparación para participar en estas justas.
Un ejemplo más son los clavadistas mexicanos Germán Sánchez e Iván García, a los que se les criticó por un mínimo error y por el cual no se llevaron presea alguna en Río.
Pero, ¿por qué a los futbolistas mexicanos sí les aplaudimos, les lloramos, los idolatramos y hasta patrocinamos cuando no ganan? ¿Por qué seguimos aplaudiendo actitudes corrientes y mentecatas no sólo en el deporte mexicano sino en la cotidianidad de las situaciones?
Considero que la perspectiva que deberíamos tener y enseñar a generaciones futuras, es la de enorgullecernos por hacer cosas que valgan la pena para avanzar como personas, sociedad y país, y no actitudes que generan inseguridades y precariedad.
México sigue lejos de ser un país como Japón, USA o Nueva Zelanda. México sigue siendo un país de conformismo en el que si no cambiamos la perspectiva de todo, educación, arte, cultura, sociedad, empleo, etc. Nos vamos a quedar en la ignominia, la pobreza pero sobre todo como “el país de los cangrejos de la cubeta”, donde cuando vemos que uno va saliendo de esta, los demás lo jalamos para que no tenga mejores oportunidades.