Para empezar, debemos hablar de extorsión y saber qué es exactamente.
La extorsión se lleva a cabo con un tipo de malware que se instala en la computadora sin que se pueda detectar y permite bloquear el equipo vía remota para luego presentar una ventana emergente que despliega un mensaje que indica que el equipo está bloqueado y no se puede acceder a menos que proporciones ciertos datos que, por lo general, son los que buscan obtener para luego poder extorsionarte.
Para obtener la información de las víctimas se utiliza una guía telefónica o Base de Datos, puede ser también de tarjetas personales o de Redes Sociales, ahora tan de moda y que muchos tenemos información como pública.
Para saber si nos están extorsionando lo primero es leer bien el mensaje que indica que está bloqueada la cuenta o el acceso al portal a donde queremos entrar e identificar si hay algo raro.
Segundo paso, verificar el origen de la llamada, una señal de alerta es si dice número privado o no aparece registro en el identificador de llamadas.
Tercero, por lo regular quien llama se identifica con un alias, nunca dan su nombre, puesto y de dónde llaman.
Cuarto, hay mucho diálogo en la llamada, es decir, intentan hablar mucho para que cedas y des tus datos.
Ahora lo más importante, ¿qué hacer?
Lo más recomendable es que cuelgues y llames a tu banco o a la institución de donde dijeron que llamaban para asegurarte de que es un proceso legal y válido.
Siempre tener en cuenta que los bancos, instituciones financieras o demás no te contactan por correo electrónico y te lo advierten a cada minuto, así que, si recibes un correo, lo mejor es no contestarlo y ni abrirlo de hecho.
No borres nada y no respondas nada ni a nadie, aunque el chantaje sea muy fuerte y te digan que hicieron un cargo a tu tarjeta en algún establecimiento y es una llamada de protección, cuelga.
No negocies ni continúes la llamada con el extorsionador, suelen hacer preguntas que nos hacen pensar que la llamada es real y lo único que quieren es obtener nuestros datos.
Cambia tus contraseñas, entre más largas, mejor. Es decir, una contraseña con combinación de números, mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales es buena, pero es mucho mejor una que sea grande en longitud de caracteres.
Reporta la llamada a la policía o al banco.
Y, sobre todo, ¡estar alerta!